lunes, 9 de noviembre de 2009


Ella aún se estaba vistiendo con el pelo mojado cuando el entró en el baño, ella no le esperaba y recordó que el siempre entraba sin llamar. Él se quedo quieto mientras ella se vestía frente al espejo, miro el reflejo en el espejo de aquella hermosa chica de cabellos oscuros y ojos claros y se dio cuenta de que no había cambiado tanto desde que ella decidió hacer su vida junto a el y eso que hace ya más de diez años.
Tras terminar de vestirse se quedo inmóvil frente al espejo, esperando quizás una reacción propia de el. Él se acerco lentamente a ella y la abrazo por detrás, dejandose ver ante el espejo, ambos sonrieron y se miraron al espejo.
- Y ya hace tanto tiempo que decidimos madurar juntos - Dijo mientras sus manos se aferraban a las de su amada.
- Parece mentira que haya pasado tanto tiempo, pero aquí nos vemos. Casados y con toda una vida por delante. - Ella sonríe y hace recordar aquellas tardes en las que eran dos adolescentes que jugaban a quererse.
- Te quiero. - El suspira, hacía tanto que quería volver a decírselo
- Sabes, que yo también. - Ella no deja que su sonrisa se apague y su voz suena como una dulce melodía en los oídos de el.
Parece mentira que para ellos el final no exista en este momento, parece mentira que yo vea el amor como algo eterno.

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