sábado, 16 de octubre de 2010

Esta sensación me es familiar, la conozco, la he sentido alguna vez. Me gusta, aunque me da miedo; Sí, eso es, me da miedo... Me impide respirar y siento cosquillas en mi estomago, no me sale la voz a la hora de expresar lo que siento por ti y se me traba la lengua al intentarlo. Es una sensación que me ayuda a la hora de gritar que te echo de menos a mediados de semana, es una sensación que me provoca un estado de felicidad, me arriesgo a decir que es incluso de éxtasis.
Me gusta, eso es, me gusta estar a tu lado. Me gusta hacerte pensar que estoy enfadada y me gusta como te pones cuando hago eso. Me gusta que me beses y decirte que eres un pesado, aunque ya sabes que en el fondo me gusta que lo seas. Me gusta pegarte cuando veo un coche amarillo y que siempre que lo ves tú no hagas nada, solo correr para que no te pegue. Por no hablar, de que también me gusta esa sonrisa dulce que te sale muchas veces o como me miras cuando hago la imbécil. Y también tengo que nombrar cuando estamos a solas, lo que me gusta sentirte cerca mío, tan cerca que parece que el tiempo se detiene, aunque vaya más rápido.
Tenía que decir, que me gusta como ha pasado todo y me gusta sobre todo, que desde ese veintinueve los sentimientos hayan ido creciendo más y más.
.. Te quiero más que ayer, pero menos que mañana.