sábado, 7 de agosto de 2010

Todo vuelve a su lugar ... (O casi todo)

Paula andaba por las calles de Barcelona, andaba con ilusión y sonreiría si no le diera vergüenza al estar rodeada de gente desconocida o no tan desconocida, que quizás a visto alguna vez en otra parte de Barcelona, pero eso no importaba. Andaba por la calle escuchando música, se movía veloz, casí bailaba mientras escuchaba una canción de Eminen con Rihanna, tarareaba en su cabeza esa canción, aunque otra parte de su cerebro estaba pensando.
Entre canción y canción pensaba en sus amigas, en que había vuelto y que está vez no se irían jamás, las había echado de menos y parece mentira que hayan estado sin hablarse tanto tiempo. Pero Paula comienza a sentirse mareada, la felicidad se ha vuelto contra ella, busca con la mirada un banco o algún sitio para sentarse, su cabeza le da vueltas, la música que suena en su iPod le marea aún más, pero no puede pararla, está demasiado ocupada buscando un sitio para sentarse.
De repente, encuentra un banco y se acerca lo más rápido a él. Se sienta e intenta recuperarse, busca en su mochila algún caramelo y al encontrarlo sin pensar se lo lleva a la boca.
'Qué me ha pasado? Ha sido tan de repente, estaba pensando en las chicas y así como si algo no quisiera que pensara en ellas me he mareado.' Dice en su cabeza y vuelve a pensar en ellas, saboreando el caramelo, se levanta y vuelve a su camino, anda con tranquilidad.
Y así, como si el destino quisiera gastarle una broma macabra suena en su iPod esa canción que le recuerda a su niño bueno, Nothing else matters de Metallica, y sonríe sin vergüenza ni temor, le da igual toda la gente que la puede estar mirando. Su cabeza se centra en todos los momentos que vivió con ese chico bueno, ese chico que es completamente diferente a ella. Porque ella, al contrario que él, nunca se centró en los estudios, nunca le contó nada a sus padres, nunca habló con sus amigas de amor, porque realmente ella no creía en el amor, ella era la chica dura que siempre andaba en problemas, porque le gustaban. Pero ha cambiado tanto desde que ese chico pasó por su vida, es otra, quizás por eso se peleó con sus amigas, por su cambio.
Pero sigue sonriente hasta llegar a la verja de su casa y entra, saluda a sus padres y sube corriendo a la habitación, suspira al llegar a ella y se sienta aún sonriente.
'Aunque tu no estés lo diré una y otra vez, te amo y te extraño. Necesito todos tus besos, tus brazos rodeando mi cuerpo, tu sonrisa antes de besarnos y por supuesto tu mano agarrando la mía caminando por las calles de esta inmensa ciudad. Te amo y lo haré siempre.' Y tras pensar esto, suspira y mira la foto de él que tiene en el espejo que está junto a su cama.

lunes, 2 de agosto de 2010

O R G U L L O .

¿Sabes qué te digo, gilipollas? ¡Que te den!
Estoy cansada de llorar por ti, de decirle a todo el mundo que te echo de menos. Pero, en el fondo, me alegro de haberlo echo, porque he demostrado que no me he rendido, porque para mí esto si era importante, no era un capricho infantil. Pero ahora la que se va para no volver JAMÁS soy yo, porque me he cansado de arrodillarme.
Porque jamás en mi vida me había humillado tanto por una persona que vale mucho menos que yo, QUE TE DEN tío, estoy harta de tus aires de superior.
Me voy a enamorar de otro, voy a vivir mi vida con otro y ya te tocará el día de llorar por mí, porque yo seré feliz y tu desperdiciaste tú tiempo jugando a ser un EGOÍSTA de mierda, ¿entiendes?
Espero que la vida te dé lo que deseas PERO AL REVÉS.

domingo, 1 de agosto de 2010

Fui buscando motivos para alejarme de ti, fui buscando canciones que me ayudaran a aceptar que te fuiste. Pero, es tan difícil, no puedo seguir haciéndome este daño y en cambio, me acuesto con una imagen nuestra en la cabeza, me tiro horas recordando que me besabas con tanta pasión, deseabas tanto mis besos que casi parecía que yo era droga para ti.
Y recuerdo que siempre tenía una nueva canción para ti, que pasaba noches en vela escribiendo canciones por si un día tenía oportunidad de cantártelas a ritmo de una guitarra clásica a la luz de la Luna, esa Luna que nos unió aquel día de Diciembre. Recuerdo, que me daba miedo decirte te quiero, aunque sabía que te quería más que a mi propia vida, sabía que eras todo y más para mí. Pero fue tan dulce ese primer te quiero, ese te quiero que salió sin temor de mis labios, que salió con todos los sentimientos del mundo.
¿Sabes una cosa? Quisiera odiarte, pensar en ti y sentir asco, no poder mirarte y no tener necesidad de mirar todas y cada una de las fotos que tenía junto a ti. Y, ¿Sabes por qué no puedo odiarte? Porque quiero creer cada noche al acostarme que volverás, que me echarás de menos una y otra vez, que aún piensas en mí y que tú amor aún no se esfumó, que sigue dentro, en ese corazón que un día deseó tener hijos conmigo, que deseó una vida casi perfecta.