domingo, 1 de agosto de 2010

Fui buscando motivos para alejarme de ti, fui buscando canciones que me ayudaran a aceptar que te fuiste. Pero, es tan difícil, no puedo seguir haciéndome este daño y en cambio, me acuesto con una imagen nuestra en la cabeza, me tiro horas recordando que me besabas con tanta pasión, deseabas tanto mis besos que casi parecía que yo era droga para ti.
Y recuerdo que siempre tenía una nueva canción para ti, que pasaba noches en vela escribiendo canciones por si un día tenía oportunidad de cantártelas a ritmo de una guitarra clásica a la luz de la Luna, esa Luna que nos unió aquel día de Diciembre. Recuerdo, que me daba miedo decirte te quiero, aunque sabía que te quería más que a mi propia vida, sabía que eras todo y más para mí. Pero fue tan dulce ese primer te quiero, ese te quiero que salió sin temor de mis labios, que salió con todos los sentimientos del mundo.
¿Sabes una cosa? Quisiera odiarte, pensar en ti y sentir asco, no poder mirarte y no tener necesidad de mirar todas y cada una de las fotos que tenía junto a ti. Y, ¿Sabes por qué no puedo odiarte? Porque quiero creer cada noche al acostarme que volverás, que me echarás de menos una y otra vez, que aún piensas en mí y que tú amor aún no se esfumó, que sigue dentro, en ese corazón que un día deseó tener hijos conmigo, que deseó una vida casi perfecta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario