sábado, 14 de noviembre de 2009


El silencio abundo en la habitación, como cada vez que ocurría ese acto de amor y pasión entre ellos. Ella busco su cara con las manos y la agarro suavemente, el sintió como un escalofrío sumergía sus pensamientos en un placer inigualable. El encendió la lamparita de mesa y ella sonrió dulcemente, como hizo años atrás, como la primera vez que hicieron el amor. El le devolvió la sonrisa sumergido en sus pensamientos.

Ella le abrazó y el conmovido dejo caer por sus mejillas una lágrima, ella no se dio cuenta de que su amado estaba sumergido en lágrimas saladas. Ella le miró y se dio cuenta que estaba llorando.

- Qué ocurre? - Su sonrisa dulce desapareció.

- Lo siento. - Se enjuga las lágrimas como puede y sonríe - He recordado aquel día que tu te entregaste a mi.

- No te disculpes, hace tanto de aquel día que casi parece un sueño. - Sonríe y echa su cabeza sobre su cuerpo.

- Parece pero no lo es. - Juega con el pelo de su amada. - Te quiero.

Ella guarda silencio y le dice con la mirada lo que el espera escuchar.

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