- Mi ángel de ojos verdes - Me dijo él, sentí que su voz rozaba con delicadeza mis oídos. - No me dejes nunca
Mi cuerpo se quedo petrificado, su petición era lo que yo esperaba oír desde el primer día.
Mi cuerpo se quedo petrificado, su petición era lo que yo esperaba oír desde el primer día.
- Jamás lo haré, te amé, te amo y te amaré siempre. - Su dulce sonrisa se despertó y con ésta la mía.
- Yo también te amo
El silencio abundo el salón y mis ojos se llenaron de lágrimas. Él me abrazó e hizo que me sintiera cómoda a su lado, sentí un escalofrío.
- Ojala hubiera sabido que me amabas antes, así no hubiéramos sufrido ninguno. - Sus manos pasaron de estar sobre mi hombro a estar sobre su pierna. El comentario le hizo daño y lo sentí en mis alas. Sus ojos se oscurecieron, se había cabreado.
- No fue tu culpa, ni mía. - Su voz sonaba distante y no pude evitar llorar.
- Lo siento, no debí decir eso - Me levante y salí por la puerta, baje las escaleras con rapidez y eche a volar.
Me aleje en la nada cargando con mis lágrimas y pensando que una vez más volví a joderlo todo.
Que cuquii!
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